Hemos podido corroborar la precariedad del sistema de liquidaciones, con tecnología deficiente, que genera verdaderos agujeros negros donde se pierde de vista, muchas veces, parte del salario de los compañeros.
El sistema, en liquidaciones, no permite abonar deudas (del estado hacia los docentes) mayores a un año de antigüedad. Por lo tanto, esas deudas se dividen en dos y la parte mas antigua suele no ser liquidada, salvo que el docente en cuestión elabore un reclamo en esa dirección. Muchas veces esos montos se pierden de vista y no son reclamados.
Sin embargo, en sentido contrario, si la deuda es del docente hacia el estado, el sistema automáticamente descuenta por el código 1086.
Recordemos que las deudas del año en curso se realizan por los códigos 1082 y 1083.
1082 sobre las sumas con Aporte, y 1083 sin aportes. Mas allá del nuevo codigo de descuento 1103 Ajuste.
De los reclamos que llevamos, en algunos casos revelamos que el Estado había realizado descuentos indebidos, y cuando han devuelto el dinero mediante Alcance, el monto no coincidía. Llegando la diferencia al 50%, (de $5000 pesos, solo devolvieron $2500). En ninguno de los casos había razón para no liquidar la totalidad, y logramos que se liquide correctamente.
Este tipo cosas demuestra que el sistema es totalmente obsoleto. La precariedad del mismo es insostenible y perjudica el bolsillo de los compañeros, dejando muy poca claridad sobre el fin de los fondos nunca liquidados.
La descentralización debe realizarse sin dudas, nuestra experiencia puede remitirse a los compañeros de Quilmes, que dentro de todo tienen una cercanía con la Ciudad de La Plata. Pero imaginamos que la situación de los compañeros de distritos mas alejados es aún peor.